Dada la gran preocupación social actual y la necesidad de avanzar como sociedad, tanto a nivel institucional o gubernamental como a pie de calle, se habla, se comenta, se especula y se exige la igualdad de género, y consigo la corresponsabilidad.

Como ya se trató en un post anterior de este blog, podemos definir la corresponsabilidad como la distribución equilibrada, equitativa y funcional de la planificación, la organización y la realización de las tareas domésticas, del cuidado de menores y de personas dependientes, de los espacios de educación y del trabajo remunerado.

Pero, si queremos promover la corresponsabilidad entre los hombres, es importante tener presente las dificultades, resistencias y obstáculos que nos podemos encontrar para el cambio de los hombres.

 

Dificultades, resistencias y obstáculos de la corresponsabilidad

 

  • Educación sexista: desde pequeños, los hombres aprenden que los cuidados no son una tarea suya. En cambio, las mujeres están educadas y preparadas para el cuidado de otras personas. Por lo tanto, ellas también tienen que delegar esta responsabilidad para poder facilitar la corresponsabilidad.

 

  • Percepción de poder y privilegio: fruto de esta socialización y del patriarcado como estructura social, muchos hombres tienen la percepción de tener derecho a ciertos privilegios como, por ejemplo, el uso y la disponibilidad del tiempo personal y de ocio, la privacidad, la libertad de movimiento, que otras personas puedan satisfacer sus necesidades o el derecho a ser cuidado y servido.

 

  • Demandas contradictorias: se promueve que sean corresponsables en el hogar, pero, a su vez, socialmente se penaliza no mantener un modelo de masculinidad más tradicional.

 

  • Tareas invisibilizadas y no valoradas: hoy en día las tareas domésticas y los cuidados siguen siendo poco valorados y se siguen asignando a las mujeres. Este hecho dificulta que los hombres se incorporen a unas tareas que no tienen reconocimiento social.

 

  • Poco apoyo social y del mundo laboral: desde las instituciones públicas no se ofrece el apoyo necesario para facilitar la corresponsabilidad de las personas. Igualmente, el modelo productivo actual pone muchas barreras para poder conciliar la vida laboral con la vida familiar y personal.

 

Estos solo son algunos ejemplos de las múltiples dificultades que nos encontramos ante el fomento de la corresponsabilidad familiar y la igualdad de género, por ello, es obligación de todos el promover acciones más igualitarias con el fin de reducir estas desigualdades.

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